sábado, 6 de octubre de 2007

El negocio de la Fórmula 1, o por qué Fernando Alonso no va a ganar este mundial.

Una de mis aficiones consiste en el automovilismo. Por desgracia, carezco del tiempo y el dinero necesarios para dedicarme a ello en persona, pero procuro suplir este problema montando campeonatos virtuales por Internet con simuladores realistas, y viendo la Fórmula uno, que es la única competición que puedo ver en la tele.

Esta mañana me he despertado, he visto los resultados de la calificatoria de Shanghai, y me he quedado de piedra al ver que Alonso había perdido casi 700 milésimas con respecto a Hamilton. Para alguien que no tenga contacto con el mundillo puede parecer una nimiedad, pero la realidad es que semejante diferencia entre dos coches aparentemente idénticos sólo se explica por un fallo en la configuración del vehículo, o un error de cierta envergadura del piloto.

Así que a la hora de comer he visto la sesión repetida, y aunque la realización no ha mostrado la vuelta de Alonso hasta que no ha terminado la de Hamilton (incluyendo el imprescindible plano de su padre), los tiempos mostraban que no ha habido un error de pilotaje en el que haya perdido esas casi 700 milésimas, sino que, simplemente ,el coche iba más lento sector a sector. El propio Alonso ha declarado luego que pensaba encontrarse con un gran tiempo al acabar la vuelta porque no había cometido errores, pero no había sido así.

Después de eso, ha hecho las declaraciones que a estas alturas ya son conocidas en media españa, y probablemente parte del extranjero.

Después de un fin de semana en el que hemos visto cómo la FIA no sancionaba a Hamilton por una maniobra que en principio era ilegal por las condiciones del circuito (pese a que en un principio sí habían sancionado a Vettel sin importar dichas condiciones), una encuesta en la edición online del diario deportivo AS revela que más del 90% de los encuestados opina que la FIA está beneficiando a Hamilton frente a Alonso.

Hay quien dice que es porque la cúpula de la FIA es inglesa, porque Ecclestone es Inglés. Con perdón de aquellos que piensan así, eso es una soberana tontería. La Fórmula uno mueve miles de millones de dólares cada año, y a la gente que los maneja evidentemente le importa un testículo de pato, como diría Perez-Reverte, que el que gane sea de su pueblo o de Guadalajara. Especialmente en un mundo como es el de la fórmula uno en el que las nacionalidades se disuelven en una especie de nación itinerante y multilingüe que se desplaza de país en país.

Entonces, ¿no soy de la opinión de que la FIA beneficia a Hamilton? Yo no he dicho eso. Particularmente, y viendo las carreras cada domingo, pienso que sí existe trato de favor. El episodio de la grua en el GP de Europa, en concreto, me pareció imperdonable por el tremendo peligro que entrañó para las vidas del resto de pilotos. Sin embargo, pienso que los motivos deben de ir mucho más allá que una simple afinidad patriótica, que en el mundo de los negocios está fuera de lugar.

Para encontrar lo que yo creo es la respuesta a este misterio, tenemos que rebuscar en la memoria reciente de la política y la sociedad de nuestro país.

En Febrero de este año, El País publicaba este artículo, en el que se explican ciertas conexiones curiosas entre algunos de los actores principales del circo de la fórmula uno, Silvio Berlusconi y... Alejandro Agag. Si, el marido de la Ana Aznar, en efecto. Les recomiendo que lean el artíulo completo, por cierto, resulta de gran interés para entender algunas cosas.

Resulta que Alejandro Agag ha sido durante años amigo de Bernie Ecclestone, Silvio Berlusconi y FlavioBriatore. Al parecer, los derechos de emisión de la F1 en españa son propiedad de una sociedad propiedad de Agag y Briatore, o al menos lo eran hasta ahora, cedidos por Ecclestone en 2002 al parecer a cambio de un favor. En aquella época, los derechos de la F1 en españa no valian nada de nada, porque nadie lo veía, y de hecho en 2002 no se emitió. Y fíjense ustedes, menuda potra, que justo entonces aparece Fernando Alonso, un piloto que tiene el talento necesario para ganar mundiales. Briatore le ayudó todo lo que pudo, obviamente, porque tenía muchísimo dinero que ganar si Alonso conseguía que media españa se pusiera a ver la F1.

En mi opinión, toda la campaña de internacional lanzada contra la imágen de Fernando Alonso está consiguiendo que el público español cada vez tenga menos fé en los organismos de la F1. Aparte de lo cual, todo el mundo sabe que en este país mientras un deportista que no le dé patadas a un balón gana, el público lo encumbra, pero en cuanto pierde una vez lo hunde en la miseria primero y se olvida de él después. O sea que si Fernando no gana este mundial, y además se contamina su imagen con esa fama de "llorón" que se empeñan en ponerle, eso iría en contra de los intereses de Agag y Briatore, ya que las audiencias de la F1 bajarán en España, ¿no?

Bueno... hay un tercer factor a tener en cuenta. El año que viene, los derechos de emisión de la F1 han sido adquiridos por Mediapro, según esta noticia de el Mundo directamente a la FOM, organismo de Bernie Ecclestone. Esto significaría que Briatore y Agag ya no son propietarios de estos derechos, y por tanto ya no tienen nada que perder.

Sin embargo, la que sí ha perdido, y mucho, con esta operación, es Tele5, la cadena de Silvio Berlusconi, que como digo es la cuarta de este banco de "amiguetes". Según El Mundo, la cadena no ha retenido los derechos porque "la importante inversión necesaria para conseguirlo escapaba a cualquier criterio de rentabilidad, máxime teniendo en cuenta que, siendo uno de los muchos contenidos que garantizan el liderazgo de la cadena, no era el más seguro por su carácter estacional y por depender de los resultados deportivos". O sea, que Ecclestone vio que alguien estaba dispuesto a pagarle mucho, mucho, por los derechos en España, pero también sabía que en Inglaterra se estaba fraguando otro fenómeno mediático: un corredor inglés con aspiraciones al título en uno o dos años, de color por si fuera poco, corriendo en un equipo inglés. Así que Berlusconi, que es su amigo, debía de saber que la audiencia en España en los próxmimos años podría no ser todo lo sabrosa que ha sido en el pasado, ya que como digo en cuanto Alonso no gane dos mundiales seguidos la Alonsomanía se va a deshinchar en España rápido, rápido.

Total, que la Fórmula uno se va en España a la Sexta, porque a Berlusconi no le sale rentable quedársela. Y ahora que ya ni él ni ninguno de sus amigos se enriquece con ella, ya no le interesa que la gente la vea. De hecho, alguna otra cosa pondrá Tele5 mientras la Sexta emite la F1, así que tendrá la difícil tarea de competir en audiencia. A Agag, por su parte, le importa un pimiento lo que pase con la audiencia en España, porque al parecer lo que más bien le interesa es suceder a Ecclestone al frente de la FOM. Al propio Ecclestone lo que le interesa es que el negocio en su conjunto de dinero, y una vez vendidos los derechos hasta 2013, no tiene preocupaciones inmediatas sobre la audiencia en España. Y a Briatore casi le viene bien que Alonso no esté a gusto con su equipo, a ver si lo vuelve a agarrar para Renault, o sea que ya le va bien que no gane con McLaren.

O sea, que ahora mismo la imagen que tenga el público español sobre la limpieza en este deporte les importa a todos los que mandan en ello bastante poco.

Sin embargo, la fórmula uno es en el Reino Unido un valor seguro, ya que allí las audiencias son algo más o menos estable con los años. Conviene mucho aprovechar la inusual oportunidad que les brinda Hamilton para desatar en Inglaterra una Alonsomanía II, o una Hamiltonmanía en este caso, que dispare las audiencias en este país y que ofrezca jugosas renegociaciones de derechos en los próxmios años. Además de que el orgullo de todos los ingleses aficionados a este tinglado está muy dañado este año a causa de la sanción del campeonato de constructores que la FIA no ha tenido más remedio que imponer ante la insistencia de Ferrari.

Así que no, no creo que haya ningún milagro capaz de conseguir que Alonso gane, porque ya se encargará "alguien" de que no sea así. Y es que este es un mundillo donde mandan cuatro, o más bien uno, y hay demasiados miles de millones en juego como para andarse con remilgos superfluos como la ética o el amor propio..

miércoles, 3 de octubre de 2007

Xenofobia y otros cuentos

Un amigo mío de Salamanca está viviendo una temporada (larga) en EEUU, y escribe hace ya algunos meses un blog bastante interesante sobre las vivencias que tiene allí, haciendo especial hincapié entre las diferentes visiones del mundo que se tienen desde cada lado del charco. Se llama Spanish Eagle, o un salmantino el Baltimore.

El caso es que su última entrada me ha hecho reflexionar. Y es que en este país nadie es racista. Cuántas veces habré oído comentarios del estilo de "yo no soy racista, pero es que los rumanos son unos ladrones", por ejemplo. O "pero es que los moros son muy sucios". O tantas otras. O sea, que no somos racistas, ¡es que de verdad son malos! Es evidente para cualquiera con un mínimo de entendederas que ese razonamiento es defectuoso en origen: es como decir "no me acerco a ti porque eres tú el que estás lejos".

Y sin embargo hace unos años era verdad, nadie era racista en España. Ni siquiera con Franco y todos los "fachas" que pululaban por entonces. Claro, ¿cómo nos iban a caer mal los negros sin no habíamos visto uno en nuestra vida? Yo nací algunos años después de la muerte de franco, pero no muchos, y el primer negro que vi en mi vida lo ví a los 8 ó 9 años (aparte los de la tele, claro). La cuestión es que no había choque de culturas, porque ni se tocaban.

En el otro extremo de la balanza, en sociedades donde la interculturalidad alcanza niveles de integración total, generalmente tampoco se dan casos de xenofobia, porque ya no hay "xenos" a los que tener fobia, a largo plazo los grupos raciales se desdibujan, los niveles sociales se equiparan y las tensiones desaparecen.

Evidentemente, ni España ni EEUU se encuentran en ninguno de esos extremos. En España hace diez años un rumano era un turista. Hoy en día es un inmigrante, mano de obra barata, y está estigmatizado por ello. Y curiosamente en Rumanía se vive hoy mejor que hace diez años, y están a punto de ser admitidos como miembros de pleno derecho de la Unión Europea.

El motivo por el cual se da el fenómeno de la xenofobia es evidente: el natural miedo a lo desconocido del ser humano. A un rumano suelto no le tenemos miedo, porque él es uno, y "nosotros" muchos. Ahora bien, si en mi escalera resulta que la mitad de los vecinos son rumanos, la cosa cambia. No es un acto deliberado ni consciente, pero el hecho de no conocer las costumbres y manera de pensar de la mitad de tus vecinos pone nerviosa a la gente.

Y cuando la gente está nerviosa, se fija más. Si un vecino español de nacimiento ensucia la escalera, es un guarro sin más. Pero ya sabemos cómo somos los españoles, nos conocemos, y a los españoles guarros también, así que sabemos lo que esperar. Si un vecino magrebí ensucia la escalera, sin embargo, resulta que lo único que los vecinos conocen de él es que ensucia la escalera, porque no tienen ni idea de cómo era la casa en la que se crió, si vivía en una sociedad patriarcal, o por qué no come cerdo, por ejemplo. Así que inmediatamente, los magrebíes son guarros.

Evidentemente, también podían fijarse en que se cortan las uñas como los españoles, por ejmplo, pero eso ni sorprende ni preocupa, con lo cual nadie se fija.

Además, hay otro factor determinante en la estigmatización de ciertos colectivos: Si dicen en la tele "han robado en un eroski", dices pues bueno, vale. Unos mangantes cualquiera. Te olvidas, y si a la semana siguiente resulta que roban en una joyería, te olvidas también. Pero si los ladrones son rumanos, la segunda vez que dicen que han robado te acuerdas de la primera, porque tienen algo en común más allá del propio hecho delictivo: que son rumanos.

Esto hace que sea mucho más fácil que se generen tópicos como por ejemplo, este de que los rumanos son unos ladrones. Una banda de rumanos dio varios golpes seguidos con especial ensañamiento en La Moraleja hace unos años, y a partir de entonces cada vez que uno robaba algo el mito se hacía más gordo. Da igual que hubiera muchos españoles de nacimiento robando también, esos los teníamos de toda la vida y sabemos que a veces nos roban, pero la cosa no suele llegar a mayores.

La solución a todo esto es tremendamente compleja. Ni siquiera sociedades en las que han convivido durante siglos diferentes culturas están a salvo de los brotes de xenofobia, como pueden atestiguar los habitantes de Estambul. Esto no quiere decir que no se puedan tomar medidas para paliar los choques, que de hecho sí las hay, y de ellas hablaré otro día.

Cosas de la Web 2.0

Estoy preparando un post más largo sobre temas "serios", pero entretanto me hace cierta gracia los anuncios que el AdSense encuentra apropiados para mi modesto blog. Como ya sabrán, AdSense es un producto de google que introduce publicidad en ciertas áreas de la página web delimitadas por el propio autor. La principal novedad que ofrece, y que en principio no me parece mala idea, es que hace un análisis semántico del contenido de la página, y empotra anuncios de temática en principio afín a éstos. Total, que con el post de la primera semana, ahora los anuncios de adsense van casi siempre de "abuso sexual" "niños pobres" y cosas así. Particularmente no he pinchado en ninguno de ellos, pero me da cierto miedo hacerlo, a ver si va a salir algo raro...

Por cierto, ya que estamos, aprovecho para declarar públicamente el fin al que se destinan los ingresos procedentes de los clicks que vds. puedan realizar: Me iré un día a cenar a su salud. De todas maneras, teniendo en cuenta el dinero que realmente produce, seguramente será dentro de mucho y a un kebab.